Líneas generales
Los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia constituyen la piedra angular de toda acción humanitaria. Estos principios, consagrados en el derecho internacional humanitario, han sido asumidos por las Naciones Unidas en virtud de las resoluciones 46/182 y 58/114 de la Asamblea General. Su importancia y aceptación generalizada se ven aun más acentuadas con su incorporación al código de conducta relativo al socorro en casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales (ONG), así como a la Norma Humanitaria Esencial en materia de Calidad y Rendición de Cuentas.
El mandato del ACNUR se funda en principios humanitarios y no políticos. La organización se atiene de forma constante a estos principios humanitarios cuando responde a todo tipo de crisis, sean producto de conflictos, de violencia o de desastres naturales o de origen humano. Además, el ACNUR se adhiere a otros principios reconocidos a escala internacional que complementan el denominado "humanitarismo basado en principios". Uno de dichos principios es el imperativo de “no hacer daño”, que exige que el ACNUR tome medidas para evitar y mitigar toda consecuencia negativa que tengan sus acciones sobre las poblaciones afectadas. Igual de importante es el empeño del ACNUR por adoptar un enfoque fundamentado en los derechos y un planteamiento comunitario, lo que implica un esfuerzo por promover el empoderamiento y la participación activa de las personas de interés en las decisiones que afectan sus vidas.
En última instancia, los Estados son los primeros responsables de proteger y ayudar a la población que se encuentra en sus territorios y se ve afectada por desastres, conflictos armados o violencia. El propósito de la acción humanitaria es complementar y respaldar a los Estados en el cumplimiento de dichas responsabilidades; no debe socavar ni sustituir la responsabilidad estatal.
Relevancia para operaciones de emergencia
Los principios humanitarios resultan especialmente pertinentes desde el punto de vista práctico y operacional en las situaciones de conflicto armado, violencia y desastres naturales o causados por el ser humano que caracterizan a muchas emergencias. Una adhesión sistemática a los principios humanitarios puede permitir que organizaciones como el ACNUR se diferencien de otros actores y puedan:
- Obtener y conservar el acceso a las poblaciones afectadas y la proximidad a ellas, incluidas las personas apátridas y en situación de desplazamiento forzado, así como las comunidades de acogida.
- Mitigar los riesgos a los que se exponen las poblaciones afectadas, el personal, los socios y los activos.
- Promover los derechos y la dignidad de las poblaciones afectadas.
- Establecer un compromiso basado en principios con las autoridades y, cuando sea apropiado, con las partes no estatales implicadas en un conflicto.
- Planificar e implementar las intervenciones de protección y asistencia sin discriminación, dando prioridad a las personas que se encuentran en mayor riesgo de protección o que tienen necesidades más acuciantes.
Guía principal
La principal motivación de la acción humanitaria es salvar vidas y aliviar el sufrimiento, a la vez que se respeta y se restablece la dignidad personal. En consecuencia, la humanidad es el principal motor de la respuesta a una crisis, ya sea que haya sido provocada por un conflicto, por la violencia o por un desastre natural o causado por el ser humano.
Los actores humanitarios se diferencian de otros equipos de respuesta a crisis por su compromiso con la imparcialidad. Esto significa que la acción humanitaria se basa exclusivamente en la necesidad, priorizando los casos más urgentes independientemente de aspectos como la raza, la nacionalidad, el género, las creencias religiosas, la opinión política o la clase social. La neutralidad de la acción humanitaria se ve reforzada cuando los actores humanitarios se abstienen de tomar partido en las hostilidades o de involucrarse en controversias políticas, raciales, religiosas o ideológicas. Al mismo tiempo, la independencia requiere que los actores humanitarios gocen de autonomía. Estos no están sujetos al control, autoridad ni influencia de objetivos políticos, económicos, militares u otras metas de carácter no humanitario.
El "humanitarismo basado en principios" es un compromiso de dar respuesta a las necesidades de las poblaciones afectadas en relación con la asistencia y la protección de un modo independiente y separado de motivaciones políticas y de otra naturaleza.
Los actores humanitarios deben familiarizarse con estos principios y acatarlos sistemáticamente, en especial en situaciones de conflictos armados.
Durante un conflicto armado, cuando hay múltiples partes involucradas, el respeto de los principios humanitarios requiere una división clara de tareas entre los actores humanitarios y los otros, sobre todo los implicados en labores políticas y militares. Los agentes militares pueden incluir las fuerzas armadas del Estado de acogida, pero también fuerzas internacionales y regionales, agentes armados no estatales y operaciones de paz de las Naciones Unidas. Al afirmar la complementariedad de sus roles con estas partes, los actores humanitarios pueden maximizar la protección de la población civil.
A modo de ejemplo, la mayoría de las operaciones de paz de las Naciones Unidas tienen el mandato de proteger a los civiles. Esto puede llevarlas a patrullar en zonas de alto riesgo para proporcionar seguridad a campamentos de personas refugiadas o desplazadas internas, retirar municiones explosivas o restos explosivos de guerra sin detonar, o facilitar el retorno o traslado voluntario.
El ACNUR y el grupo temático de protección deben trabajar para complementar esos esfuerzos, por ejemplo, proporcionando análisis actualizados de la situación de protección que se basen en exámenes fundamentados que tengan en cuenta el conflicto. Pueden obtenerse orientaciones adicionales sobre la coordinación entre los actores humanitarios y militares en la entrada sobre la coordinación civil-militar.
Para más lineamientos sobre el trabajo del ACNUR en conflictos armados, el cual puede implicar tratar con la presencia de una misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que tenga un mandato de protección de los civiles, consulte la sección sobre la función del ACNUR con respecto a la protección de los civiles en la entrada sobre las herramientas sobre la protección en los conflictos armados.
El conjunto de herramientas también ofrece orientación sobre cómo interactuar con portadores de armas y cómo llevar a cabo negociaciones humanitarias. En un conflicto armado, la negociación humanitaria desempeña un papel clave en todo lo referido a obtener o mejorar el acceso y a generar las condiciones para una protección eficaz.
Por este motivo, el ACNUR ha forjado una alianza estratégica con el Centro de Competencias de Negociación Humanitaria (CCHN, por sus siglas en inglés) para fortalecer la capacidad de su personal y sus socios en lo relativo a la negociación para fines de protección en la primera línea.
Fase posterior a la emergencia
Los objetivos de la acción humanitaria son salvar vidas, aliviar el sufrimiento de las personas y defender la dignidad humana en el contexto de las crisis y después de ellas, poniendo el foco a su vez en prevenir esas situaciones y mejorar los procesos de preparación. Es esencial regirse por los principios humanitarios, no solo en las emergencias, sino también durante la labor preparatoria para una recuperación sostenible y soluciones duraderas.
Anexos
Enlaces
Contactos principales
En primera instancia, el Representante Adjunto del ACNUR (Protección), el Representante Auxiliar del ACNUR (Protección), el Oficial Superior de Protección del ACNUR en el país; o bien, comuníquese con el Representante Regional Adjunto/Auxiliar (Protección) del ACNUR o con el Oficial de Protección Regional de la oficina regional (si aplica). También puede ponerse en contacto con el Asesor Jurídico Regional Superior de la oficina regional del ACNUR designada para la región del país en cuestión, la cual estará en contacto, según sea necesario, con la unidad de pertenencia de la División de Protección Internacional del ACNUR.
También puede ponerse en contacto con la División de Emergencias, Seguridad y Suministros (DESS, [email protected]) y con la División de Relaciones Exteriores para procesos interagenciales relativos a los principios humanitarios, como la labor del ACNUR en el contexto de una misión integrada.
El Servicio de Seguridad sobre el Terreno de la DESS del ACNUR ([email protected]) es responsable por la seguridad de las personas de interés para el organismo y por la seguridad de su personal.
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