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Edad, género y diversidad (EGD)

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Puntos clave
  • Tome como base en la información recogida durante los diagnósticos y en consultas a lo largo de todo el ciclo del programa.
  • Converse con personas y grupos de toda la comunidad, no basta con colaborar únicamente con los líderes.
  • No haga promesas a la comunidad que no podrá mantener.
  • Reconozca que cada comunidad y cada persona tiene capacidades y desarrolla formas de autoprotección individuales o colectivas. Las estrategias pueden ser o no efectivas, pero es importante detectarlas, tomar nota de ellas, y respaldar aquello que funciona.
  • Tenga presente que los grupos y las personas a las que es más difícil acceder pueden ser quienes se encuentren en situación de mayor riesgo y tengan las necesidades más acuciantes.
  • Tenga en cuenta de que muchos problemas de protección existían antes de que la emergencia comenzara. Algunas prácticas de las comunidades pueden ser perjudiciales.
  • Tenga en cuenta que, para hacer que los niños tengan una participación significativa, debe ir más allá del diálogo y la el debate formales. Ponga en marcha los recursos y los conocimientos técnicos necesarios para respaldar métodos y procesos para recabar la retroalimentación de los niños y asegure su participación en la toma de decisiones.

Líneas generales

Cada individuo es único. Las diferencias reales o percibidas entre nosotros conforman nuestras oportunidades, capacidades, necesidades y vulnerabilidad; y las percepciones de la diferencia pueden influir en cómo nos tratan los demás.

Los conflictos y el desplazamiento afectan a las personas de forma diferente dependiendo de su edad, género, discapacidad, y de otras características de diversidad. La Política sobre edad, género y diversidad del ACNUR tiene como objetivo garantizar que todas las personas de interés participen plenamente en las decisiones que les afectan y disfruten de sus derechos en condiciones de igualdad con los demás.

La edad denota las diferentes fases en el ciclo vital de una persona. Es importante saber en qué momento de dicho ciclo se encuentra una persona ya que sus capacidades y necesidades cambian con el tiempo. La edad influye en la capacidad de las personas para ejercer sus derechos; puede aumentar o disminuir dicha capacidad y debe considerarse en todos los programas de protección, asistencia y soluciones.

Los niños y los adolescentes pueden aportar perspectivas y soluciones únicas y valiosas a los problemas a los que se enfrentan ellos y sus comunidades.

Con frecuencia se ignora a los jóvenes como grupo social, a pesar de que, cuando se les da la oportunidad de desarrollar su talento y capacidades, tiene potencial para realizar importantes contribuciones a la protección y las soluciones, tanto para sí mismos como para sus comunidades.

Las personas de edad pueden enfrentarse a situaciones de mayor riesgo debido únicamente a los efectos del envejecimiento, o al envejecimiento en combinación con otras características personales, pero pueden desempeñar funciones vitales en sus hogares y en sus comunidades.

El género hace referencia a los papeles que desempeñan hombres y mujeres según dicta la sociedad y que suelen ser vitales para el modo en que las personas se definen y son definidas por otros. Al contrario que el sexo, el género no es un determinante biológico. Los papeles asignados a cada género se aprenden, pueden cambiar con el tiempo y variar entre las culturas y dentro de ellas. El género suele definir los deberes, responsabilidades, limitaciones, oportunidades y privilegios de las mujeres, los hombres, las niñas y los niños en cualquier contexto. El principio de la igualdad de género afirma que las mujeres, los hombres, las niñas y los niños deben disfrutar de sus derechos, responsabilidades y oportunidades en igualdad de condiciones. Esto implica respetar los intereses, necesidades y prioridades de cada género. La lucha contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género está estrechamente vinculada con la igualdad de género, ya que esta desafía los estereotipos negativos de género y la discriminación sistémica derivada de los prejuicios.

Las mujeres y las niñas desempeñan funciones importantes en sus comunidades y familias y contribuyen de formas distintas al fortalecimiento de la protección y las soluciones.
Los hombres y los niños pueden ser agentes del cambio en favor de los derechos y pueden trabajar para aumentar la igualdad de género y prevenir la violencia sexual y de género.

Las personas LGBTI, lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales, se enfrentan a problemas, amenazas y obstáculos complejos y con frecuencia experimentan discriminación, maltrato y violencia.

La diversidad denota los diferentes valores, actitudes, perspectivas culturales, creencias, orígenes étnicos, nacionalidades, orientaciones sexuales, identidades de género, capacidades, discapacidades, salud, situación social y económica, competencias y otras características personales concretas que las personas poseen. Las características de diversidad varían de persona a persona y se entrecruzan con la edad y el género haciendo que cada individuo sea único. El ACNUR, se compromete a reconocer, entender, respetar y valorar dichas diferencias en cada contexto y operación a fin de garantizar que todas las personas de interés sean protegidas de forma adecuada. El respeto a la diversidad supone reconocer y valorar dichas diferencias y crear un entorno de protección inclusivo y no discriminatorio en el que se defiendan los derechos de cada persona.

Las personas con discapacidad experimentan una variedad de obstáculos. Por ello, pueden quedar excluidas de los programas, sin derecho a participar en las decisiones que afectan a sus vidas y sin redes de apoyo.

Las mujeres, los hombres, las niñas y los niños que pertenecen a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas, así como a grupos indígenas experimentan con frecuencia discriminación y marginación. Es probable que les afecten tanto los acontecimientos inmediatos que conducen a su desplazamiento, como el legado duradero de la discriminación.
En 2018, el ACNUR revisó su política sobre EGD. La política revisada consolida y actualiza los compromisos del ACNUR con respecto a una programación que incluya EGD, a la Rendición de cuentas de las Personas Afectadas (AAP, por sus siglas en inglés) y a las mujeres y las niñas. Estos compromisos se complementan y se basan unos en otros. La política de EGD establece diez acciones obligatorias fundamentales para todas las operaciones del ACNUR en todos los contextos.

PROGRAMACIÓN INCLUSIVA DE EGD
Como mínimo, todos los datos recolectados por ACNUR se desglosarán por edad, sexo y por otras consideraciones relativas a la diversidad, según resulte apropiado y posible en cada contexto, a efectos de análisis y programación.
PARTICIPACIÓN E INCLUSIÓN
Como mínimo, las operaciones de países emplearán metodologías participativas en cada etapa del ciclo de gestión de las operaciones para incorporar las capacidades y prioridades de las mujeres, hombres, niñas y niños de diversos orígenes en los programas de protección, de asistencia y de soluciones.
COMUNICACIÓN Y TRANSPARENCIA
Como mínimo, todas las estrategias de protección y soluciones a nivel de país detallarán el enfoque de la operación en la comunicación con mujeres, hombres, niñas y niños de diversas procedencias, a través de medios que sean apropiados y accesibles a todos los grupos de la comunidad
RETROALIMENTACIÓN Y RESPUESTA
Como mínimo, todas las operaciones del ACNUR establecerán y fomentarán sistemas de retroalimentación y respuesta, incluidas las denuncias confidenciales.
APRENDIZAJE Y ADAPTACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN
Como mínimo, las operaciones del ACNUR adaptarán los programas y estrategias en respuesta a las aportaciones de las personas de interés, y documentarán esta información en los planes de operaciones e informes anuales de los países.
PROMOCIÓN DE LA IGUADAD DE GÉNERO
a. Como mínimo, las operaciones del ACNUR garantizarán un 50% de participación femenina en las estructuras de gestión y liderazgo bajo la autoridad del ACNUR. El ACNUR promoverá lo mismo entre las entidades asociadas, incluidos los gobiernos.
b. Como mínimo, ACNUR proporcionará documentación sobre protección a título individual a las mujeres y las niñas de interés y promoverá lo mismo entre las entidades asociadas, incluidos los gobiernos.
c. Según del contexto, las operaciones del ACNUR aumentarán el porcentaje de mujeres como principales receptoras de asistencia en los hogares que reciben asistencia material o ayuda monetaria.
d. Como mínimo, el ACNUR se asegurará de que las mujeres y las niñas tengan acceso igualitario a los programas de medios de vida, educación y salud que ejecuta, y promoverá la igualdad de acceso a los servicios públicos ante las entidades asociadas, incluidos los gobiernos.
e. Como mínimo, las operaciones del ACNUR adoptarán e implementarán procedimientos operativos estándares contra la violencia sexual y de género y se pondrán en práctica las cuatro vías principales de obtención de asistencia para todas las personas sobrevivientes (protección/seguridad jurídica, médica y psicosocial), y se promoverá lo mismo entre las entidades asociadas, incluidos los gobiernos.
[AN1]https://www.refworld.org.es/pdfid/5b48f83c4.pdf

Guía principal

¿Cuándo y para qué fin?

Como componente fundacional del compromiso del ACNUR con la rendición de cuentas a las personas afectadas (AAP), la política de EGD es pertinente para todas aquellas personas de interés para el ACNUR, para todos los agentes humanitarios y en todas las intervenciones que se producen en cada emergencia. Cuando se trabaja con las poblaciones afectadas, debemos entender, en primer lugar, sus necesidades diversas y particulares, así como sus capacidades y competencias. Las comunidades no son grupos homogéneos, sino que están compuestas por individuos con orígenes e identidades distintos. La colaboración estrecha y habitual con las personas de interés es vital para nuestra capacidad de comprender y evaluar su situación y sus riesgos en materia de protección, para encontrar las respuestas adecuadas, determinar qué debe hacerse para ayudarlas y protegerlas y asegurarnos de que no aumentamos de forma involuntaria su marginación y vulnerabilidad. El éxito de nuestra labor en las emergencias depende de que accedamos oportunamente a las personas de interés y colaboremos eficazmente con ellas mediante enfoques comunitarios. No podemos esperar hasta que las situaciones de emergencia se estabilicen.

Cuando trabajemos con una comunidad no debemos basarnos únicamente en contactos con los individuos a los que es fácil llegar, como los líderes visibles. Si se limita el intercambio de información a los líderes comunitarios (que suelen ser hombres), se puede reforzar la discriminación y la exclusión y, en cualquier caso, no puede considerarse una consulta a la comunidad. Cuando sea posible, hable con personas de todos los perfiles de edad, género y diversidad con el fin de lograr una comprensión integral de su situación. Acérquese deliberadamente a los grupos marginados y menos visibles, como los jóvenes, las personas con discapacidad o las personas LGBTI. Consúlteles. Considere las formas tan distintas en las que la intersección de edad, género y diversidad pueden conformar la experiencia humana. Averigüe, por ejemplo, en que lugares las mujeres pueden recoger de forma segura la ayuda alimentaria y otra ayuda material; pregunte si dichos lugares son accesibles para las mujeres con discapacidad. Son conocimientos esenciales para la programación y las intervenciones de protección. Un planteamiento inclusivo, basado en los derechos, es fundamental para nuestra rendición de cuentas con todas las personas a las que servimos y está en el centro de un enfoque basado en la edad, el género y la diversidad.

La política de EGD es, por tanto, un instrumento práctico fundamental que debería utilizarse de manera continua para conformar el diseño y la aplicación de estrategias y programas en todos los niveles. Aunque puede que no sea posible consultar a todos los grupos durante una emergencia, es fundamental incluir una gama de representantes de toda la comunidad y asegurarse de que puedan participar en la evaluación, planificación, aplicación y supervisión de los programas. Al analizar las características personales interconectadas en términos de edad, género y diversidad, podemos entender mejor los muchos riesgos en materia de protección a los que se enfrentan las personas y las comunidades, y su capacidad para abordarlos y, de este modo, podemos actuar de forma más eficaz. Al promover el respeto por la diferencia y afirmar que la diferencia enriquece a las comunidades, promovemos el progreso hacia la igualdad y el disfrute de los derechos. La igualdad implica respeto para todos, promoción de las mismas oportunidades para personas con distintas necesidades y habilidades, y medidas concretas y mensurables para luchar contra la desigualdad y la discriminación.

Resumen de las directrices y/u opciones

Diagnóstico
Reúna y analice de forma sistemática, con la participación activa de las personas de interés, la información desglosada por EGD relacionada con los derechos, necesidades, riesgos y prioridades de todas las personas de interés. Equilibre el tiempo y el esfuerzo requeridos para llevar a cabo un diagnóstico con respecto a la duración de sus conclusiones, en particular en situaciones que cambian con rapidez. Utilice cualquier oportunidad y encuentro con las personas de interés para comprender cómo cambia su situación.

Diseño
El diseño de programas debería basarse en la evaluación de las necesidades de protección de las comunidades afectadas y de acogida y de sus capacidades. Involucre a las personas de interés y a sus representantes en el diseño de los programas que les afectan.

Asignación de recursos
A fin de aplicar plenamente un enfoque basado en la edad, el género y la diversidad, las intervenciones deben reflejar las conclusiones de las evaluaciones y la consulta con la comunidad y deberían tener en cuenta las prioridades establecidas por la comunidad.

Aplicación
Decida qué medidas concretas se requieren para responder a las necesidades específicas de las personas de interés y elimine las barreras que dificultan a estas personas el acceso a los servicios que necesitan. Aplique estas medidas con cuidado, asegurándose de que no se exacerban las desigualdades y de que no se excluye indebidamente a ninguna persona o grupo. Involucre a las personas de interés en la aplicación de sus programas, entre ellos, la distribución de alimentos y artículos no alimentarios.

Supervisión y evaluación
La evaluación y la consulta ofrecen a las poblaciones de interés una oportunidad para hacer observaciones sobre la eficacia de las intervenciones. Asegúrese de que existen sistemas de retroalimentación desde fases tempranas y de que todas las personas de interés los conocen y tienen la oportunidad de expresar sus inquietudes. Adopte medidas con respecto a la retroalimentación recibida de las personas de interés e infórmeles de los resultados.

Personal
Considere las características de EGD del personal del ACNUR, en particular, cuando estas puedan afectar a su capacidad, o a la capacidad de los programas para proteger a las personas de interés.

¿Cómo aplicarlo sobre el terreno?

La política sobre EGD está vinculada de forma esencial a los enfoques basados en la comunidad y en los derechos, del ACNUR, que pretenden facilitar una participación sistemática y significativa de las personas de interés en los procesos de diagnóstico, planificación, aplicación y supervisión y, por lo tanto, en las decisiones que afectan a sus vidas y a sus comunidades.

Utilice un enfoque participativo para recopilar y analizar la información. Escuche a las personas de interés, establezca sus prioridades, aproveche sus conocimientos y ofrézcales retroalimentación.
  • Utilice una gama de metodologías participativas para comprender la situación de las personas de interés; haga inventario de las estructuras comunitarias y los servicios disponibles.
  • Realice diagnósticos periódicos para revisar los riesgos de protección y la incidencia de las violaciones de los derechos humanos antes y durante la emergencia. Utilice una perspectiva de EGD para analizar las causas fundamentales, con el objetivo de adoptar medidas correctivas inmediatas y evitar más abusos o desplazamiento.
  • Cuando consulte a los miembros de la comunidad, tenga en cuenta detenidamente su seguridad. Las personas o los grupos que se comunican con agentes humanitarios pueden sufrir el resentimiento de otros individuos o grupos e incluso violencia. Por tanto, debe mantenerse la confidencialidad de las fuentes de información. Cuando trabaje con las autoridades locales, en particular en contextos de desplazados internos, asegúrese de que ninguna persona o comunidad sufre las consecuencias de haber hablado sobre violaciones de derechos humanos.
  • Adopte medidas para garantizar que todos los grupos de la población de interés conocen las oportunidades que se les brindan para participar en los diagnósticos y de que se elimina cualquier obstáculo a la participación.
  • Los diagnósticos deberían basarse en los conocimientos técnicos de todo el personal (nacional e internacional), así como en asociados, funcionarios de los gobiernos y personas de interés. Adopte un enfoque de equipo multifuncional. Los diagnósticos no son una labor únicamente del personal de protección y protección comunitaria.
  • Desglose los datos recogidos en las poblaciones a través de la evaluación de las necesidades durante los incidentes de protección. Analice los datos por edad y género, así como por discapacidad y, cuando proceda, otras características de diversidad.
  • En una emergencia la situación cambia con mucha rapidez. Pase el mayor tiempo posible en la comunidad y aproveche cualquier oportunidad para colaborar con las personas de interés con el fin de comprender cómo está cambiando su situación.
  • Evite hablar solo con los líderes o con las personas que tienen más voz. Busque de manera proactiva la colaboración con grupos distintos dentro de la comunidad y adopte medidas para recabar la opinión de las personas que se encuentran en situación de mayor riesgo o están marginadas.
  • Realice evaluaciones durante momentos del día que sean convenientes para los distintos grupos de EGD. Adopte medidas para posibilitar que determinados grupos de EGD puedan participar (proporcionado cuidado infantil, o subvenciones para traslados).
  • Incluya a las personas de grupos marginados en las evaluaciones de los temas más amplios de la comunidad, así como en debates que les afecten específicamente.

Informe a las comunidades sobre los resultados de los diagnósticos, valide su análisis y destaque prioridades de los programas que la comunidad haya determinado durante las evaluaciones.
Incluya de forma significativa a las personas de interés en la planificación operativa

  • Lleve a cabo ejercicios de planificación participativos y trabaje con las comunidades para aplicar soluciones de protección. Si no se consulta adecuadamente a las comunidades o no se tienen en cuenta sus opiniones cuando se diseñen las respuestas, las consecuencias pueden ser graves. Si no se consulta a las mujeres, por ejemplo, puede que se construyan las instalaciones sanitarias cerca del lugar donde los hombres socializan, lo cual puede suponer un riesgo para las mujeres y las niñas, que haga que eviten usar las instalaciones, perjudicando así la salud pública y su seguridad y dignidad.
  • Cuando planifique, básese en las necesidades, prioridades y soluciones propuestas que las personas de interés hayan determinado durante la fase de evaluación. Utilice la información proporcionada por los sistemas de retroalimentación y respuesta.
  • La edad, el género y la diversidad requieren que el personal del ACNUR adopte metodologías específicas y adecuadas para colaborar de forma significativa con distintos grupos. (Por ejemplo, desarrolle material informativo dirigido a los niños y ejercicios de consulta para niños y niñas de distintas edades).

Determine cuándo se requieren medidas específicas para abordar lagunas concretas en la protección

  • Diseñe todas las respuestas para que sean inclusivas y accesibles a todos los grupos de la comunidad. Adopte medidas específicas para abordar las necesidades detectadas. Es importante involucrar a las personas de interés en esta labor y desarrollar sus capacidades.
  • Cuando intervenga durante una emergencia, evite establecer modelos de conducta o relaciones que luego sea difícil modificar. Dé preferencia a disposiciones temporales y revíselas periódicamente. Asegúrese de que se informa a las personas de interés de que las disposiciones adoptadas durante las emergencias pueden cambiar.
  • Identifique y apoye las medidas de autoprotección de las comunidades y evite introducir medidas nuevas que puedan debilitar las capacidades de la comunidad. Detecte los mecanismos de respuesta negativos y trabaje con la comunidad para cambiar prácticas nocivas o mitigar sus efectos.
  • Identifique con rapidez un grupo diverso en la comunidad que esté dispuesto y sea capaz de organizar apoyo comunitario para las personas en situación de mayor riesgo, por ejemplo, medidas temporales de cuidado para niños no acompañados.
  • Determine y elimine los obstáculos a los que se enfrentan los distintos grupos cuando intentan acceder a los servicios en una emergencia. Muchas personas con discapacidad, por ejemplo, experimentan discriminación social, cultural, física, económica y política que obstaculiza sus esfuerzos por participar en la sociedad en condiciones de igualdad y puede dificultar su acceso a derechos y servicios.
  • La edad, el género y la diversidad requieren que el personal del ACNUR adopte metodologías específicas y apropiadas para que todos los grupos se involucren de forma significativa.

Intercambio de información y comunicación.

  • En consulta con las personas de interés, establezca lugares en los que el personal del ACNUR esté disponible con un horario regular para atender a personas de interés, recoger información sobre necesidades específicas, contestar preguntas, y ofrecer orientación en un entorno confidencial y seguro. Informe a la comunidad sobre estas disposiciones. Tenga en cuenta que tal vez no todas las personas de la comunidad puedan acceder a dichos puntos. En lugar de eso, diríjase usted a ellos.
  • Trabaje con voluntarios de enlace con la comunidad para garantizar que la información se divulga entre sus miembros, particularmente, entre quienes se encuentran en situación de mayor riesgo.
  • Trabaje con la comunidad; adopte medidas para garantizar que las personas de todos los perfiles de edad, género y diversidad acceden a la información sobre la asistencia y otras cuestiones. Coloque avisos en lugares en los que la gente se reúna, como los puntos de recogida de agua, los centros comunitarios, los puntos de registro y los puntos de distribución de la ayuda.

Considere detenidamente la composición del personal y sus efectos en la eficacia operativa.

  • Por ejemplo, puede que sea difícil animar a las mujeres a que participen activamente y sean líderes, o consultar a las mujeres y a las niñas de forma adecuada, si todo el personal del ACNUR y sus asociados es masculino.

Contactos principales

Como primer recurso póngase en contacto con el representante adjunto del ACNUR (Protección), el representante asistente (Protección), el funcionario superior de Protección o el funcionario superior de Protección comunitaria en el país.

También puede contactar con el director de protección del ACNUR, con el director adjunto (Protección), el coordinador superior de Protección, el funcionario superior de protección o el funcionario superior de Protección comunitaria de la Oficina Regional.

La persona con la que contacte le servirá de enlace, según proceda, con la correspondiente unidad técnica del Departamento de Protección Internacional (DPI) del ACNUR.

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