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Organización de la coordinación humanitaria y del desarrollo a nivel internacional

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Líneas generales

En este artículo se resume la estructura actual de la coordinación humanitaria a escala internacional. Además, se abordan las áreas de intersección entre la coordinación humanitaria y la coordinación en materia de desarrollo. El artículo debe leerse conjuntamente con los relativos al enfoque de grupos temáticos y el modelo de coordinación en materia de refugiados.

Guía principal

Motivos subyacentes / objetivo del planteamiento o sistema

Las recientes emergencias humanitarias han exigido una respuesta humanitaria más amplia y más compleja. Asimismo, los agentes humanitarios han tenido que intensificar su rendición de cuentas a las poblaciones a las que atienden. Ha aumentado la supervisión de la acción humanitaria por parte de los ciudadanos. Estos factores han movilizado esfuerzos para lograr una coordinación más eficaz de las Naciones Unidas.
Para el ACNUR, la búsqueda de una coordinación eficaz no es un fin en sí mismo, sino un medio para rentabilizar al máximo los efectos positivos que este organismo y sus socios tienen sobre la protección, la puesta en práctica de la respuesta humanitaria y las soluciones al desplazamiento.

El ACNUR y otros organismos han fomentado la conexión entre la acción humanitaria y el desarrollo a lo largo de muchos años. Reconociendo este hecho y promoviendo formas de trabajar que incrementan la complementariedad, el pacto mundial sobre los refugiados ha destacado la necesidad de involucrar a los agentes que trabajan en el ámbito del desarrollo. Las conexiones con el desarrollo deberán establecerse desde la etapa de preparación en adelante, y el vínculo reviste una importancia especialmente crucial conforme un país sale de la fase de emergencia y pasa a un periodo en el que predominan los problemas de desarrollo, como los que afectan a los medios de vida y el empleo.

Política, estrategia y/u orientaciones

Junta de los Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas

La Junta de los Jefes Ejecutivos (JJE) del Sistema de las Naciones Unidas es el foro de mayor antigüedad y máximo nivel de coordinación del sistema de las Naciones Unidas. Se reúne con frecuencia bianual y está presidido por el Secretario General de las Naciones Unidas.

Proporciona orientaciones generales, coordinación y directrices estratégicas al conjunto del sistema en las áreas de responsabilidad de los jefes ejecutivos. Al tiempo que garantiza el respeto de los mandatos independientes de diferentes organizaciones, se centra en las prioridades e iniciativas interinstitucionales. La JJE está formada por 31 entidades de las Naciones Unidas, incluida la propia Organización, los jefes ejecutivos de los Fondos y Programas de las Naciones Unidas, organismos especializados como las instituciones de Bretton Woods (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) y otras organizaciones relacionadas (la OMC, la OIM y el OIEA).

La JJE desarrolla su labor a través de dos comités de alto nivel: el Comité de Alto Nivel sobre Programas (CANP) y el Comité de Alto Nivel sobre Gestión (CANG).

El ACNUR es miembro del JJE y los tres pilares que lo constituyen; está representado en dicho órgano por el Alto Comisionado.

Reforma de las Naciones Unidas

El Secretario General (SG) ha iniciado un ambicioso programa de reforma destinado a mejorar el rendimiento de las Naciones Unidas en los tres pilares que vertebran su trabajo: la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo. En términos globales, dicho programa de reforma pretende mejorar el desempeño en la Sede y sobre el terreno mediante la adopción de enfoques integrados, descentralizados y orientados al logro de resultados allí donde anteriormente existieran planteamientos fragmentados, centralizados o excesivamente burocratizados.
En 2017, el SG puso en marcha tres reformas encaminadas a fortalecer el sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, la gestión (interna) de las Naciones Unidas y la capacidad de la Organización para mantener la paz (su arquitectura de fomento de la paz y la seguridad). El SG está revisando asimismo las políticas de las Naciones Unidas en materia de género con el fin de mejorar la paridad entre los sexos; las iniciativas de las Naciones Unidas para prevenir la explotación y el abuso sexuales; diversos componentes de la organización de la lucha contra el terrorismo; y la política de denuncias anónimas de las Naciones Unidas. Es importante señalar que el ACNUR respalda firmemente los esfuerzos dirigidos a revitalizar el sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, algo fundamental para superar la brecha entre el ámbito humanitario y la esfera del desarrollo y para ofrecer respuestas sostenibles.
El SG ha situado la "prevención" en el centro de su impulso de reforma. Su visión de la prevención requiere que el sistema de las Naciones Unidas haga todo lo posible para ayudar a los países a evitar el estallido de crisis que tengan un costo elevado en términos de pérdida de vidas humanas, socaven sus instituciones y debiliten su capacidad para lograr la paz y el desarrollo. Entre los elementos de la acción preventiva figuran los siguientes: una identificación temprana de los riesgos; la intensificación de la diplomacia; la agilización del trabajo de las Naciones Unidas en el terreno del desarrollo; y una mayor implicación de los Estados Miembros. Para lograr estos objetivos es necesario priorizar los esfuerzos para plantear los problemas relacionados con la prevención a los organismos y mecanismos intergubernamentales pertinentes, como el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y la Comisión de Consolidación de la Paz. El SG ha constituido un Consejo Asesor de Alto Nivel sobre Mediación que debe orientarle sobre posibles iniciativas de mediación y respaldar esfuerzos específicos de mediación en todo el mundo. Este órgano está compuesto por dieciocho líderes y ex líderes mundiales, altos funcionarios y expertos. También se apoya en el Comité Ejecutivo del Secretario General, integrado por los directores de todos los organismos de la Secretaría, que plantea y debate asuntos que suponen un riesgo crucial y aplica una estrategia global de mitigación y prevención de riesgos.
Con respecto a la paz y la seguridad, se pretende conseguir a través de un amplio conjunto de medidas que se compartan los análisis de riesgos y las respuestas a estos; que las mujeres y los jóvenes tengan una participación significativa en las iniciativas de paz; que aumente la financiación destinada a estas iniciativas (incluido un "salto cuantitativo" en apoyo al Fondo para la Consolidación de la Paz); y que se multipliquen las asociaciones de colaboración en favor de la paz, incluidas alianzas con organizaciones regionales y subregionales y con el Banco Mundial.
Además, el Consejo de Seguridad lidera un importante proceso de revisión de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas; este trabajo podría culminar en una modificación del modo en que la Secretaría gestiona las funciones de paz y seguridad en el seno de las Naciones Unidas. Las reformas de la gestión se centran principalmente en la Secretaría de las Naciones Unidas. Buscan mejorar la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas de un sistema que, según algunos, a menudo es lento, ineficaz e incapaz de responder adecuadamente. Los procesos de cambio en curso en las Naciones Unidas están dando pasos conducentes a revisar y simplificar los procedimientos de recursos humanos con el fin de mejorar la calidad y rapidez de la contratación, despliegue y desarrollo del personal; lograr la paridad de género; mejorar la planificación, capacitación y el desarrollo de la plantilla, prestando especial atención al perfil de los líderes y directivos; reorientar la estrategia de las Naciones Unidas en lo referente a la tecnología de la información y las comunicaciones; y mejorar la gestión de las cadenas de suministro mundiales. De las tres áreas de reforma, la que afecta al sistema de las Naciones Unidas para el Desarrollo es la que tiene un impacto más directo sobre las operaciones del ACNUR a nivel nacional. Una vez que la Revisión Cuadrienal Amplia de Programas inició el proceso de reforma del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, el Secretario General publicó un informe que contenía una serie de propuestas de actuación, la mayoría de las cuales fueron aprobadas por los Estados Miembros en la resolución de la Asamblea General de mayo de 2019 sobre la reforma del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo.

Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (GNUDS)

A escala mundial, el GNUDS proporciona un foro para el diseño de políticas y la adopción de decisiones conjuntas. Guía, apoya, supervisa y lleva a cabo un seguimiento de la coordinación de las operaciones de desarrollo en 165 países y territorios. Engloba un total de 36 fondos, programas, organismos especializados, departamentos y oficinas de las Naciones Unidas que desempeñan algún tipo de papel en la esfera del desarrollo.
Las prioridades estratégicas actuales del GNUDS son las siguientes: ayudar a los países a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con mayor rapidez y a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; ayudar a los asociados nacionales a cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos y a integrar los principios y las normas internacionales de los derechos humanos en el trabajo de las Naciones Unidas; y prestar un apoyo eficaz que ayude a los países en situación de crisis o post-crisis a construir sociedades resilientes y a lograr una recuperación duradera.
Los enfoques estratégicos actuales del GNUDS consisten en: promover unos resultados coherentes del desarrollo en todo el sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, con el fin de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas; garantizar que los sistemas de Coordinadores Residentes sean participativos, colegiados y que se rindan cuentas unos a otros; simplificar y armonizar con mayor rapidez las prácticas institucionales; desarrollar asociaciones de colaboración eficaces y fomentar una implicación más amplia de múltiples partes interesadas; fortalecer el desarrollo de capacidades como una función esencial del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo; y mejorar la integración de la planificación, la programación y las políticas.
La implementación de las prioridades estratégicas y el plan de trabajo del GNUDS se apoyan en un conjunto de mecanismos operativos –grupos de trabajo y equipos de tareas– centrados en impulsar normas y políticas aplicables al conjunto del sistema, así como la eficacia operacional.
El GNUDS se reúne dos veces al año bajo la presidencia de la Sra. Amina J. Mohammed, Secretaria General Adjunta, que preside este grupo en nombre del Secretario General. El vicepresidente del GNUDS es el Sr. Achim Steiner, Administrador del PNUD.
El Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible está compuesto por los jefes ejecutivos de las entidades que lo integran. El vicepresidente del GNUDS convoca al Grupo Central del GNUDS, entre cuyos miembros figuran el ACNUR, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de las Naciones Unidas, la FAO, la OIT, la OMS, ONU Mujeres, el PMA, el PNUD, el UNFPA, el UNICEF, la presidencia de turno de las Comisiones Económicas Regionales y las presidencias de los Grupos de Resultados Estratégicos del GNUDS.

Coordinadores residentes

El nuevo sistema de Coordinadores Residentes (SCR) sigue centrándose en el desarrollo sostenible; su objetivo general es "la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones". Es independiente (separado del PNUD) desde enero de 2019. Los Coordinadores Residentes (CR) rinden cuentas al SG a través del Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas. La Oficina de Coordinación de Operaciones para el Desarrollo de las Naciones Unidas, adscrita a la Secretaría de las Naciones Unidas, se encargará de gestionar y supervisar el sistema; rendirá cuentas al Secretario General Adjunto. Los CR tendrán autoridad para liderar equipos de las Naciones Unidas en los países cuando implanten el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y ayudarán a los países a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En este contexto, están facultados para:
  • garantizar que los programas de los diferentes organismos para el desarrollo estén en plena consonancia con las necesidades y prioridades nacionales en materia de desarrollo, así como con el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas;
  • asegurar que los fondos interinstitucionales mancomunados para el desarrollo se utilicen en favor de las prioridades nacionales;
  • coordinar las actividades operacionales de desarrollo de las Naciones Unidas en apoyo a los esfuerzos de los países dirigidos a aplicar la Agenda 2030;
  • evaluar el desempeño de los jefes de los equipos de las Naciones Unidas en los países.

Cuando se requiera asistencia humanitaria internacional y no se haya nombrado un Coordinador Humanitario (CH) o un organismo principal específico, el CR se encargará de liderar y coordinar las iniciativas de respuesta de las Naciones Unidas y otros agentes humanitarios pertinentes. En las crisis relacionadas con refugiados, el ACNUR es el organismo principal designado y lidera la respuesta. Para permitir que el CR despliegue y coordine la respuesta de las Naciones Unidas para el desarrollo de un modo coherente y eficaz, el ACNUR deberá informar al CR sobre todos los aspectos de su trabajo.

Responsabilidades de los organismos que integran los equipos de las Naciones Unidas en los países

Los miembros del equipo de las Naciones Unidas en un país rinden cuentas e informan a sus respectivos organismos en los asuntos que competen a su mandato. También se espera que rindan cuentas periódicamente al CR sobre las actividades de sus organismos y sobre las aportaciones que estos hacen a los resultados colectivos del Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Los jefes del equipo de las Naciones Unidas en el país también rinden cuentas al CR. En cumplimiento de una reciente resolución del sistema de las Naciones Unidas para el Desarrollo, deben informar sobre todas las actividades que guarden relación con el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Financiación

Los fondos con los que se financiará el nuevo sistema provendrán de las fuentes siguientes:
  • un gravamen del 1% en concepto de coordinación, que se aplicará a las contribuciones no esenciales destinadas específicamente a actividades de las Naciones Unidas relacionadas con el desarrollo; dicho gravamen se abonará en origen;
  • la duplicación del actual acuerdo del GNUDS para el reparto de costos entre entidades de las Naciones Unidas;
  • las entidades del sistema de desarrollo;
  • contribuciones plurianuales previsibles de carácter voluntario a un fondo fiduciario dedicado, que aportará recursos para los períodos iniciales.

Además, se ha creado un Fondo Común de los ODS para la Agenda 2030. Este fondo recibirá aportaciones voluntarias para la ejecución de proyectos a nivel nacional que apoyen iniciativas encaminadas a lograr los ODS. El objetivo es recaudar y desembolsar 290 millones de dólares de los Estados Unidos anualmente. Dado que a finales de 2019 no se había alcanzado esta meta, se revisará la fórmula de financiación para 2020.

Configuración regional

Las estructuras de desarrollo regionales se están revitalizando (oficinas regionales de organismos de las Naciones Unidas, GNUDS regionales, comisiones económicas regionales). El Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (GNUDS) coordina los programas mundiales y regionales de las Naciones Unidas para el desarrollo. Ofrece supervisión, orientación y desarrollo de capacidades, aborda cuestiones de orientación normativa relacionadas con las operaciones en los países y respalda el sistema de Coordinadores Residentes.

Equipos de las Naciones Unidas en los países

Los equipos de las Naciones Unidas en los países organizan la cooperación interinstitucional y la toma de decisiones de la Organización a escala nacional. El equipo de las Naciones Unidas en el país incluye a todas las entidades del sistema de las Naciones Unidas que lleve a cabo actividades operativas para el desarrollo, la respuesta a emergencias, la recuperación y la transición en un país. Sus principales objetivos son garantizar que los miembros del equipo de las Naciones Unidas en el país planifiquen y trabajen de forma cooperativa, dentro del sistema de Coordinadores Residentes, para conseguir resultados tangibles que respalden la agenda de desarrollo del Gobierno.

El Coordinador Residente (CR) de las Naciones Unidas es el representante designado por el Secretario General para las cuestiones relativas al desarrollo. El CR lidera el equipo de las Naciones Unidas en el país. Dicho equipo se reúne al menos una vez al mes para tomar decisiones a través de un proceso consultivo. Todos los miembros del equipo de las Naciones Unidas en el país tienen una responsabilidad colegiada para con el CR y el equipo de las Naciones Unidas en el país; además, rinden cuentas directamente a sus propias organizaciones, con el fin de obtener resultados en el contexto del Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el plan de trabajo conjunto del equipo de las Naciones Unidas en el país.

El ACNUR puede utilizar el mecanismo del equipo de las Naciones Unidas en el país para ejercer su función de liderazgo en materia de protección y abogar por la inclusión de los refugiados en el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La promoción es una actividad recomendable tanto para conseguir que los miembros del equipo de las Naciones Unidas en el país apoyen los objetivos del ACNUR como para garantizar que las personas de la competencia de este organismo sean incluidas en el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y en otros mecanismos de planificación nacionales.

El Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas

El Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es un marco de programación estratégico de carácter plurianual para los equipos de las Naciones Unidas en los países. Cada Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que se adopta a escala nacional está diseñado para racionalizar los programas de desarrollo de las Naciones Unidas en los países mediante la introducción de objetivos, estrategias y plazos compartidos, desarrollados en estrecha colaboración con los gobiernos nacionales. El Banco Mundial también puede participar en un Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas cuando contribuye a los programas de desarrollo.

El proceso del Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas comienza con un análisis común de país (ACP). En el ACP se identifican las necesidades y los cambios factibles. Proporciona la base empírica esencial de la que se deriva la teoría del cambio del Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y establece la dirección y el contenido de otro recurso estratégico: el Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD). Los ACP tienen visión prospectiva. Al elaborar este tipo de análisis, el sistema de las Naciones Unidas utiliza su poder de convocatoria para consultar e implicar al Gobierno y otras partes interesadas. El análisis es en sí mismo un estudio de las Naciones Unidas y no requiere la adhesión formal del Gobierno. Al mismo tiempo, la elaboración de un ACP crea oportunidades para establecer asociaciones de colaboración con los agentes clave de un país, como las instituciones financieras internacionales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado.

A diferencia de los ejercicios de planificación humanitaria y relacionados con refugiados, el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas no incluye programas de ONG o de la sociedad civil, si bien se podrá consultar a estas organizaciones, que pueden participar en calidad de asociados en la ejecución. Los planes humanitarios interinstitucionales, los planes de respuesta humanitaria liderados por el CPO y los planes de respuesta a los refugiados liderados por el ACNUR seguirán siendo independientes pero, en la medida de lo posible, deberán complementar el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Comité Permanente entre Organismos (CPO)

El CPO es un foro humanitario mundial creado en 1992 en virtud de la resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Liderado por el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y el Coordinador del Socorro de Emergencia (CSE), que también es el jefe de la OCAH, sus miembros son organizaciones operacionales vinculadas al sistema de las Naciones Unidas. Entre los invitados permanentes figuran el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), el Consejo Internacional de Organizaciones Voluntarias (CIOV), InterAction, el ACNUDH, el Grupo del Banco Mundial y el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los desplazados internos. En la práctica no se hace distinción alguna entre los "miembros" y los "invitados permanentes". La cifra de organismos participantes ha aumentado de forma significativa desde 1992. La principal finalidad del CPO es mejorar la eficacia de la acción humanitaria mediante la coordinación de las actividades de sus miembros y otros agentes humanitarios, la asignación de responsabilidades y la puesta en común de recursos y conocimiento. El CPO diseña y acuerda las políticas humanitarias del conjunto del sistema; además, resuelve las controversias o desacuerdos que surgen entre los organismos humanitarios o acerca de cuestiones humanitarias que afectan a todo el sistema.

Descripción general del papel del ACNUR en el CPO

  • El sistema del CPO trata cuestiones humanitarias no relacionadas con refugiados. La resolución 48/116 de la Asamblea General (de diciembre de 1993) sienta las bases jurídicas para la implicación del ACNUR con los desplazados internos. Dichas bases cuentan con el respaldo de la reforma humanitaria de 2005, que a su vez dio lugar al enfoque basado en grupos temáticos y a la Agenda Transformativa. El ACNUR participa activamente en el CPO. Lidera el grupo temático de protección y codirige otros dos: el de alojamiento y el de coordinación y gestión de campamentos (en el ámbito del alojamiento, el ACNUR asume el liderazgo en situaciones de conflicto, y la FICR en casos de desastres naturales).
  • El Alto Comisionado es uno de los Directores (jefe de organismo) del CPO.
  • El Servicio de Asociaciones y Coordinación de la División de Relaciones Exteriores representa al ACNUR en las reuniones del Grupo de Trabajo del CPO.
  • La División de Emergencias, Seguridad y Suministros representa al ACNUR en el grupo de Directores de Operaciones de Emergencia.
  • El ACNUR ha asumido un firme compromiso con el desempeño de sus funciones y el cumplimiento de sus obligaciones en el seno de los grupos temáticos nacionales y mundiales, así como con la rendición de cuentas al CSE sobre todo ello.

Se debe tener presente que, en consonancia con la nueva política relativa a los desplazados internos:
  • el ACNUR siempre intentará liderar el grupo temático de protección. Sin embargo, dado que el ACNUR no tiene presencia operacional en todos los países, en contextos en los que se haya producido un desastre natural se podrá dejar el liderazgo en manos de otros organismos que tengan una capacidad notable en el país (como el UNICEF, el ACNUDH o el UNFPA), siempre que así se acuerde entre los diferentes organismos;
  • el ACNUR se esforzará por liderar el grupo temático de alojamiento y el de coordinación y gestión de campamentos en contextos en los que se hayan producido desplazamientos forzados. En general, el ACNUR no es favorable a la fusión de estos grupos temáticos, puesto que cada uno de ellos requiere conocimientos técnicos específicos;
  • el CPO/CSE no asume el liderazgo en asuntos relacionados con refugiados, que son de la competencia exclusiva del Alto Comisionado, el cual rinde cuentas directamente a la Asamblea General (el CSE rinde cuentas al Secretario General en los temas que conciernan al CPO);
  • el CSE activa las respuestas basadas en grupos temáticos a las situaciones relacionadas con desplazados internos y desastres naturales a través del CPO. El CSE no tiene autoridad para declarar una emergencia relacionada con refugiados. De igual modo, el ACNUR no puede emitir una declaración de emergencia que afecte a todo el sistema ni poner en marcha la coordinación de grupos temáticos por propia iniciativa.

Una de las funciones centrales del CPO consiste en declarar el aumento de gravedad de una emergencia. En noviembre de 2018, los mecanismos anteriormente utilizados para activar "emergencias de nivel 3" fueron sustituidos por "protocolos de extensión a todo el sistema". La extensión de una emergencia a todo el sistema por parte del CPO implica la movilización de la totalidad del sistema humanitario del CPO en respuesta a una crisis de inicio repentino o al rápido deterioro de la situación existente en un país o región. Se recurre a esta medida cuando la capacidad local o regional para liderar, coordinar y prestar asistencia humanitaria no es suficiente dada la dimensión, la complejidad y la urgencia de una crisis. Los cinco criterios utilizados para determinar si una emergencia debe extenderse a todo el sistema son: dimensión, urgencia, complejidad, capacidad y riesgo de no poder atender de manera eficaz a las poblaciones afectadas.

Entre las medidas clave figuran las siguientes:
1. Consulta con los Directores del CPO.
2. Movilización de las capacidades de respuesta de los organismos principales de los grupos temáticos.
3. Despliegue inmediato de los equipos de coordinación de los grupos temáticos que posean la experiencia necesaria en gestión de la información y la capacidad requerida para extender la emergencia a todo el sistema.
4. Activación de grupos temáticos, incluidos sus líderes designados.
5. Nombramiento de un Coordinador Humanitario y atribución de competencias a este. El CH:
  • lidera el equipo humanitario en el país. Dicho equipo elabora una evaluación inicial rápida de los múltiples sectores (MIRA) y la utiliza para preparar una declaración estratégica y un plan de respuesta;
  • lidera las solicitudes dirigidas al Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF);
  • trata de consensuar las decisiones clave en el seno del equipo humanitario en el país, aunque está facultado para ultimar propuestas;
  • plantea cualquier problema de liderazgo en el grupo temático al CSE, quien puede trasladarlo a los Directores del CPO para su debate;
  • supervisa la coordinación efectiva, la ejecución, el seguimiento, la presentación de informes y las revisiones.

Procesos importantes

La Cumbre Humanitaria Mundial
El ACNUR participó en la Cumbre Humanitaria Mundial que se celebró en Estambul en mayo de 2016, convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas.

Además de suscribir 32 compromisos asociados a las cinco responsabilidades esenciales de la Agenda para la Humanidad, el ACNUR asumió 33 compromisos individuales y se unió a varias iniciativas. A modo de ejemplo, el ACNUR se comprometió a dirigir los esfuerzos interinstitucionales conducentes a situar la protección en el centro de la acción humanitaria, a garantizar una implicación previsible en situaciones de desplazamiento interno y a impulsar iniciativas dirigidas a acabar con la apatridia.

En consonancia con su compromiso con el "Gran Pacto" con donantes y organizaciones humanitarias clave aprobado en la citada cumbre, el ACNUR está introduciendo cambios internos con el fin de mejorar su eficacia, su eficiencia, su transparencia y su rendición de cuentas. También ha priorizado el cumplimiento del Compromiso para la Acción (https://www.agendaforhumanity.org/initiatives/3837), también firmado en el marco de la Cumbre que hace un llamamiento en favor de una "nueva forma de trabajar". A través de la plataforma que brinda la Agenda para la Humanidad, el ACNUR informa anualmente sobre sus avances en pos del cumplimiento de estos compromisos (dirección: https://www.agendaforhumanity.org/stakeholder/282).

Compromiso para la Acción: una Nueva Forma de Trabajar y resultados colectivos

Frente al telón de fondo de los ODS, que prometen no dejar a nadie atrás y poner fin a las necesidades mediante la reducción de los riesgos y las vulnerabilidades, la Nueva Forma de Trabajar representa en la actualidad un compromiso común en el seno de las Naciones Unidas y del CPO. Sobre la base de los principales procesos mundiales, incluida la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Cumbre Humanitaria Mundial, el Pacto Mundial sobre los Refugiados, el Pacto para Facilitar una Migración Segura y Ordenada y las dos resoluciones sobre el mantenimiento de la paz, se reconoce la urgencia de introducir nuevos métodos de trabajo tanto para la acción humanitaria como para las actuaciones en el terreno del desarrollo. Desde la perspectiva del ACNUR, el objetivo debería ser mejorar el entorno de protección y contribuir a la paz y la prevención de los conflictos. Con el propósito de reducir los efectos que ejercen las crisis prolongadas sobre las poblaciones afectadas, es necesario satisfacer las necesidades inmediatas, pero también realizar inversiones a mediano y largo plazo capaces de reducir las vulnerabilidades crónicas y los riesgos a los que se enfrentan dichas comunidades.

Existe un amplio reconocimiento en torno al hecho de que los agentes humanitarios deben replantear su forma de pensar y sus métodos de trabajo para abordar estas cuestiones de un modo más coherente. La adopción de los análisis de los resultados colectivos y de un enfoque que engloba toda la sociedad puede posibilitar la implicación de sectores que tradicionalmente se encontraban separados, así como calendarios de ejecución sin precedentes. El CPO tiene previsto publicar en 2020 un conjunto de directrices relativas a los resultados colectivos.

El análisis de los resultados colectivos pretende utilizar las ventajas comparativas de las que disfrutan los diferentes organismos para superar el pensamiento convencional, los compartimentos estancos y otros obstáculos actitudinales, institucionales y de financiación. En la práctica, los organismos participantes definen una visión colectiva basada en un análisis conjunto del contexto y los riesgos (a corto, mediano y largo plazo) y acuerdan las estrategias, funciones y responsabilidades basándose en la capacidad (ventaja) comparativa de los agentes participantes para lograr los distintos resultados. Es importante recordar que la definición de ventaja comparativa incluye el mandato, la capacidad global y la capacidad de actuación de una organización.

En concreto, los equipos humanitarios en los países y los equipos de las Naciones Unidas en los países están aplicando la Nueva Forma de Trabajar a través de:
1. la realización conjunta de análisis de problemas y situaciones previsibles;
2. un modelo de planificación y programación más inclusivo y coherente, que permite a los agentes humanitarios y del desarrollo alcanzar acuerdos sobre los resultados colectivos;
3. el fortalecimiento del liderazgo y la coordinación;
4. la introducción de modalidades de financiación que apoyan el logro de resultados colectivos.

La adopción de un enfoque centrado en los resultados colectivos conlleva el establecimiento de objetivos que permitan un cambio positivo y sostenido y, en particular, que hagan que en el futuro las intervenciones humanitarias resulten innecesarias gracias a la reducción de la vulnerabilidad y del riesgo. En la mayoría de los casos, el logro de estos objetivos requiere actuaciones plurianuales. La expresión "cambio positivo" puede incluir elementos humanitarios, de desarrollo y de consolidación de la paz. Es posible que la acción humanitaria continúe siendo pertinente, pero deberá llevarse a cabo de formas que promuevan un cambio positivo y sostenido.

Coordinación en materia de refugiados

En virtud de su Estatuto, el ACNUR proporciona protección internacional a los refugiados y trata de ofrecerles soluciones permanentes, actuando bajo la autoridad de la Asamblea General (AG). En dicha condición, es el principal organismo responsable de la protección a los refugiados y de encontrar soluciones en el sistema de las Naciones Unidas, en colaboración con una amplia variedad de partes interesadas. Como se ha establecido en sucesivas resoluciones de la Asamblea General, sus responsabilidades incluyen la coordinación, la provisión de protección y asistencia, la aportación de soluciones y la promoción. Cabe destacar que el ACNUR tiene asimismo una función de supervisión: es la entidad de las Naciones Unidas que ostenta una responsabilidad más directa de garantizar que los Estados cumplan las normas internacionalmente aceptadas con respecto a los refugiados y los apátridas, y de fortalecer la capacidad de los Estados para proteger a ambos grupos.

El ACNUR lleva décadas liderando y gestionando eficazmente operaciones de asistencia a refugiados. Sin embargo, durante años no contaba con un modelo de coordinación en materia de refugiados que tuviera en cuenta los cambios en el panorama humanitario. El modelo de coordinación en materia de refugiados, formalizado en 2013 y actualizado en 2019, dota de mayor previsibilidad al planteamiento del ACNUR en lo que respecta a la coordinación, al aclarar las funciones y responsabilidades en este terreno. Las resoluciones recientes de la Asamblea General de las Naciones Unidas han confirmado el modelo de coordinación en materia de refugiados y el mandato del ACNUR de liderar y coordinar la respuesta a los refugiados (A/RES/69/152, A/RES/70/135).

Los Estados son los principales responsables de proteger a los refugiados. Sin embargo, existen varios factores que pueden debilitar su capacidad para cumplir plenamente con su responsabilidad en este campo. Más de dos tercios de los refugiados viven en países de ingreso bajo o mediano que afrontan importantes desafíos en términos económicos y de desarrollo. La llegada de grandes cantidades de refugiados impone una fuerte presión a unas infraestructuras y servicios ya de por sí sobreutilizados. Además, las instituciones de muchos Estados de todos los niveles de desarrollo no están preparadas para recibir, proteger u ofrecer, con carácter general, una respuesta adecuada al reto que supone la recepción de un alto número de refugiados. Por estas razones, hace ya tiempo que se reconoce la necesidad de la cooperación internacional para apoyar a los Estados que reciben refugiados. Este fue el principal motivo por el que se creó el ACNUR y se firmó la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. La importancia de la cooperación quedó confirmada posteriormente en diversos instrumentos regionales y se subrayó en el pacto mundial sobre los refugiados, en el que se indicaba que "es urgente repartir más equitativamente la carga y la responsabilidad de acoger y dar apoyo a los refugiados del mundo, teniendo en cuenta las contribuciones hechas y las diferentes capacidades y recursos de los distintos Estados. No se debe dejar atrás a los refugiados ni a las comunidades de acogida". El pacto mundial sobre los refugiados insta a adoptar un enfoque de colaboración con la participación de múltiples interesados para alcanzar este objetivo, en cuya consecución el ACNUR desempeña un papel de apoyo e impulso.

El ACNUR tiene el mandato de afirmar y apoyar el derecho de todo refugiado a un retorno voluntario digno y seguro a su propio país. El ACNUR presta asesoramiento y orienta la acción de las Naciones Unidas para facilitar el retorno voluntario a los países de origen cuando se den las condiciones adecuadas para un retorno seguro, digno y duradero.

El sistema de las Naciones Unidas espera que el ACNUR le aconseje sobre las situaciones de retorno de refugiados, basándose en su evaluación del grado de preparación del país para recibir retornados, garantizar su seguridad y prestar servicios esenciales (y, todo ello, de forma duradera).

En términos prácticos, las responsabilidades del ACNUR en materia de coordinación abarcan, desde el punto de vista operativo, las siguientes áreas generales:
1. Preparación. El ACNUR trabaja con el Gobierno y los asociados en la evaluación de la probabilidad de que se produzcan flujos de entrada de refugiados, la determinación del impacto de dichos flujos sobre los mecanismos nacionales de respuesta y, dependiendo del nivel de riesgo, la adopción de medidas de preparación.
2. Promoción. El organismo interviene en los planos político, diplomático y jurídico para influir en las leyes y prácticas nacionales. En ese sentido, puede interactuar directamente con los gobiernos de los países de acogida.
3. Fortalecimiento de la capacidad nacional. El ACNUR puede fortalecer la capacidad de las instituciones nacionales y de los agentes locales para proteger a los refugiados y encontrar soluciones para ellos.
4. Ejecución. Proporciona protección y asistencia y aporta soluciones.
5. Coordinación. El ACNUR implica a los asociados de las Naciones Unidas y a otras partes interesadas en el diseño y la aplicación de una estrategia de protección y aportación de soluciones que apoye a los refugiados y ayude a los países de acogida a prestarles asistencia.
6. Participación. Trabaja con los refugiados y las comunidades de acogida teniendo en cuenta la edad, el género y la diversidad, y garantiza que participen en el diseño de medidas que respondan a sus necesidades de manera adecuada, accesible e inclusiva.
7. Movilización de recursos. El ACNUR recauda fondos para ofrecer una respuesta a los refugiados, incluso a través de planes y llamamientos interinstitucionales. Entre otros aspectos, establece los objetivos de la protección, coordina la movilización de recursos, elabora los planes interinstitucionales iniciales, informa sobre su aplicación y sus efectos y lleva a cabo un seguimiento de las aportaciones recibidas.
8. Amplía la base de apoyo. El ACNUR identifica y trabaja con una amplia variedad de partes interesadas, entre las que figuran el sector privado y los agentes bilaterales y multilaterales dedicados al ámbito del desarrollo, para fortalecer la capacidad institucional y ayudar a las comunidades de acogida a abordar sus necesidades humanitarias urgentes. Cuando resulta conveniente, colabora con dichas partes interesadas para superar las crisis derivadas de un conflicto o de una importante afluencia de refugiados.
9. Seguimiento y presentación de informes. El ACNUR lleva a cabo un seguimiento e informa sobre la situación de los refugiados y la aplicación del régimen de protección internacional.
10. Prevención. El ACNUR utiliza los buenos oficios del Alto Comisionado para evitar situaciones que provoquen la huida de refugiados, abordar las causas profundas de la migración y el desplazamiento y promover la implicación de los refugiados en los esfuerzos por mantener la paz.
11. Soluciones. El ACNUR fomenta la adopción de soluciones duraderas, diseña respuestas que facilitan la aportación de soluciones para los refugiados y garantiza que dichas soluciones se apliquen de manera segura y sostenible. Esta labor incluye iniciativas encaminadas a garantizar el retorno y la reintegración, el reasentamiento y la integración local, obtener vías complementarias y aportar otras soluciones de carácter local.

Para obtener más información sobre la interconexión entre la coordinación en materia de refugiados y los sistemas de desarrollo y de grupos temáticos, consúltese el artículo sobre el modelo de coordinación en materia de refugiados.

Función de los socios colaboradores implicados

Contactos principales

Póngase en contacto con el Servicio de Asociaciones y Coordinación de la División de Relaciones Externas del ACNUR:

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