Rehabilitación de centros colectivos

Última actualización: 07 Marzo 2023

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Puntos clave

Complete y conserve todos los documentos pertinentes durante la conversión de un edificio en un centro colectivo. Entre ellos se incluyen:
el alcance (descripción) de las obras;
un plan general que contenga el estudio y los detalles de construcción;
un plan de ejecución, incluida una especificación de cantidades, los planos técnicos de trabajo detallados y las especificaciones de los materiales que se emplearán y su calidad;
los permisos locales o nacionales y los acuerdos con los propietarios;
los códigos y las normas de construcción locales o internacionales;
las comunicaciones con las autoridades del lugar, la comunidad local, los contratistas, los socios ejecutores u otros organismos y los donantes;
la documentación de adquisición y contractual (licitaciones, ofertas aceptadas, acuerdos de pago, etc.);
un plan de garantía de calidad (incluidas las medidas de seguridad respecto al emplazamiento del edificio, especificando las responsabilidades en caso de accidente);
prepare el emplazamiento (nivelación, limpieza de vegetación, delimitación, conexiones de agua, luz y gas, almacenamiento de la capa superficial del suelo, etc.);
supervise el progreso y prepare un plan de evaluación, incluido un libro del sitio y fotografías;
tome medidas para la finalización y el traspaso por parte del contratista.

Líneas generales

Los centros colectivos son edificios y estructuras ya existentes en los que un gran grupo de desplazados encuentran un alojamiento durante un corto espacio de tiempo mientras se buscan soluciones duraderas. Se pueden emplear diversas instalaciones como centros colectivos: centros cívicos, ayuntamientos, hoteles, gimnasios, almacenes, edificios sin terminar, fábricas abandonadas, etc.

Se debe llevar a cabo una evaluación exhaustiva para determinar las condiciones del edificio y el tiempo durante el que podrá utilizarse.

En todos los casos, con independencia de los servicios y los servicios públicos que ofrezcan, se deben rehabilitar y/o mejorar los centros colectivos para que cubran las necesidades de alojamiento de sus residentes, incluida la prestación de servicios básicos. Deben gestionarse y mantenerse desde el principio y durante todo el período durante el que las personas de la competencia del ACNUR vivan en ellos.

Es fundamental contar con una estrategia de salida. Determine si cuando dejen de utilizarse como centros colectivos los edificios recuperarán su función o uso originales.

Guía principal

Objetivos de protección

Proporcionar un entorno seguro y digno a las personas de la competencia del ACNUR mientras se buscan soluciones duraderas.
Garantizar derechos sociales como un alojamiento, abastecimiento de agua y saneamiento adecuados.
Facilitar mecanismos de acceso a los servicios para las personas que tengan necesidades específicas.

Principios y normas subyacentes

Los centros colectivos albergan a las personas de la competencia del ACNUR en edificios que no han sido diseñados para el alojamiento. A pesar de que el espacio físico pueda parecer adecuado, las condiciones de vida que ofrecen a menudo incumplen las normas mínimas y no garantizan una vida digna. Los individuos pueden permanecer en los centros colectivos durante un período de tiempo indeterminado; los grupos vulnerables tienden a establecerse en ellos y pueden aislarse de la sociedad convencional.

Los centros colectivos se deben rehabilitar y mejorar para cubrir las necesidades de sus habitantes, incluido el acceso a los servicios básicos. Deben gestionarse y mantenerse durante todo el período en el que los refugiados vivan en ellos.

Deben proporcionar privacidad: los espacios personales deben poder cerrarse con llave para aumentar la seguridad personal, la independencia y un alojamiento adecuado. Es importante garantizar que el humo de las estufas o de las hogueras no suponga un riesgo para la salud.

Si precisa consejos prácticos sobre cómo establecer, coordinar y gestionar centros colectivos de manera que cumplan con unas normas mínimas y respeten los derechos de los desplazados, consulte la sección "Herramientas, documentos y referencias" que se encuentra más adelante.

Riesgos de protección

Los centros colectivos no deben considerarse un alojamiento a largo plazo. Debido a la elevada concentración de personas de la competencia del ACNUR en estos centros, la protección y la seguridad pasan a ser cuestiones importantes. A menudo pueden producirse en ellos violencia, abuso de drogas, violencia sexual y de género. Es probable que la residencia a largo plazo en un centro colectivo cause estrés y tensión, lo que puede conducir a la depresión, conflictos sociales, fricción entre familias o dentro de ellas, conflictos entre clanes o grupos étnicos y otros problemas psicosociales o individuales.

Los centros colectivos pueden aumentar a largo plazo la vulnerabilidad de sus residentes a los ataques, especialmente la de las personas mayores y solteras, además de la de otros grupos vulnerables.

La infraestructura de apoyo del edificio (suministro de agua, electricidad, saneamiento) puede deteriorarse rápidamente debido a su intenso uso, hasta el punto de que las condiciones de vida puedan volverse peligrosamente insalubres.

Otros riesgos

Los centros colectivos pueden provocar problemas graves y duraderos, en especial los relacionados con el agua, el saneamiento y la gestión de los residuos sólidos, para los residentes y quienes vivan en las proximidades.

Además, dado que el uso normal del edificio debe suspenderse con diversas consecuencias sociales y económicas, tanto los gobiernos locales como los nacionales son reacios a transformar edificios públicos en alojamientos humanitarios. Su uso prolongado también puede provocar tensiones con la comunidad de acogida, ya que la ocupación de estas instalaciones puede limitar la prestación de servicios públicos.

Puntos de decisión claves

El principio rector al establecer un centro colectivo debe ser "una estructura adecuada en un emplazamiento adecuado".
Teniendo esto en cuenta, los gestores y el personal deben garantizar que los centros colectivos sean apropiados para la ocupación, que se puedan mejorar para cumplir la normativa, que sean seguros y que su ubicación minimice la exposición de sus residentes a los peligros.

Los edificios públicos o las instalaciones ya existentes que puedan convertirse en centros colectivos suponen una opción de alojamiento a corto plazo, en especial cuando el clima sea frío o se precise una acción muy rápida. El corto plazo se convierte en la característica fundamental. Tanto una infraestructura que se deteriore con gran rapidez como el deterioro de un edificio debido al uso continuado supondrán un grave riesgo para la salud de los residentes. El adecuado mantenimiento de los centros colectivos y sus servicios es fundamental para la protección de la salud de los residentes, para reducir los riesgos económicos que generan para el gobierno de acogida y para limitar su impacto sobre la sociedad local y el medio ambiente.

Los gobiernos locales y nacionales pueden ser reacios a conceder o a adaptar edificios públicos para su uso como alojamientos humanitarios masivos. Incluso tras su aprobación, se deben buscar con rapidez soluciones duraderas, ya que la aprobación siempre puede revocarse si el edificio debe regresar a su uso original.

Pasos clave

El establecimiento de un centro colectivo debe llevarse a cabo siguiendo los pasos que se indican a continuación:

la consulta al gobierno para identificar los edificios apropiados. Implique a los representantes de las personas de la competencia del ACNUR y a las comunidades de acogida para evitar falsas expectativas;
la realización de una evaluación exhaustiva del emplazamiento y la estructura, incluyendo la seguridad, el acceso, las instalaciones, la ubicación, la proximidad de los peligros, etc. Evite el uso de edificios que contengan amianto;
el cálculo del costo de los trabajos de rehabilitación que se precisarán para ofrecer un nivel de comodidad y privacidad adecuado (para permitir a los residentes guardar sus pertenencias de forma segura, por ejemplo, y evitar el riesgo de incendios, etc.). Asegúrese de que se sigan los códigos de construcción;
la identificación de los propietarios de centros colectivos y la firma de un acuerdo (o un protocolo de entendimiento), indicando la capacidad máxima, las disposiciones en caso de emergencia y las condiciones en que se dejará el edificio tras su uso como centro colectivo;
la garantía de que hay infraestructuras, suministro de agua e instalaciones disponibles en el centro colectivo o de que hay instalaciones adecuadas en el exterior, con el permiso de la comunidad de acogida;
la elaboración de planes para imprevistos para posibles escenarios de desplazamientos;
la toma de medidas para mejorar el edificio según las necesidades (el alcance de las obras, el diseño de los documentos, la licitación, la selección previa de los contratistas locales, etc.), además de la gestión del propio edificio (preselección de los organismos o del personal que se encarguen de gestionar y de mantener la instalación, etc.);
el trabajo con los programas pertinentes para identificar y nombrar a los socios ejecutores. Puede ser necesario firmar acuerdos de colaboración en proyectos;
la elaboración y presentación de planes de mantenimiento y de salida; y
la provisión del apoyo oportuno, la supervisión de la prestación de servicios y la preparación y la divulgación de mensajes de difusión eficaces.

Consideraciones principales en materia de gestión

Evalúe la composición y la compatibilidad de los grupos étnicos y religiosos en el centro colectivo.
A la hora de escoger un centro colectivo, analice la seguridad, la accesibilidad, los factores medioambientales, la infraestructura disponible, el acceso a los medios de vida y el acceso a los servicios básicos.
Se deben cumplir las normas del Proyecto Esfera a la hora de mejorar las instalaciones y estas deben responder a las necesidades de los residentes. Sea consciente del costo, la idoneidad y el mantenimiento que precisará la infraestructura mejorada. Por ejemplo, no instale un sistema de calefacción costoso si no hay fondos disponibles para alimentarlo o mantenerlo.
En climas fríos, la iluminación y la calefacción deben ser los adecuados y evitar posibles incendios. Esto puede resultar costoso a la hora de instalarlo en un edificio o en su rehabilitación, además de que los costos de la electricidad o del combustible pueden resultar elevados para los residentes.
Los edificios deben estar en condiciones de resistir las amenazas climáticas y medioambientales, además de ser sólidos desde el punto de vista de la estructura para albergar al número de personas desplazadas propuesto.
Los edificios que se empleen como centros colectivos se deteriorarán. Los costos de mantenimiento y de rehabilitación pueden ser altos. Acuerde siempre de antemano con el propietario del edificio cómo se deberá devolver el edificio tras su uso.

Recursos y asociaciones de colaboración

Las autoridades locales o del gobierno central, incluidos los funcionarios militares.
Los líderes comunitarios y religiosos.
Las comunidades de acogida.
Las ONG nacionales e internacionales.
La FICR y el CICR.
Otros organismos internacionales y de las Naciones Unidas.
Los medios de comunicación nacionales (en especial los del idioma local) e internacionales.