Distribución de artículos no alimentarios en especie

a) Principios o requisitos

aa) Principios o requisitos mínimos:

• La población desplazada tiene acceso a artículos domésticos individuales y generales suficientes, apropiados en términos culturales y acordes al género para satisfacer sus necesidades básicas y, de ese modo, contribuir a su buena salud, dignidad, seguridad y bienestar.
• La distribución es rápida y eficaz para salvar vidas y evitar el sufrimiento de la población desplazada.
• La población destinataria sabe cuándo y dónde se realizará la distribución de los ANA (incluidos los cambios de última hora) y, si procede, conoce los criterios de selección.
• La distribución es gratuita, lo cual se informa a la población destinataria con claridad antes de llevarla a cabo.
• Existe una tolerancia cero a la explotación y los abusos sexuales, el fraude y la corrupción, lo cual se informa a la población destinataria con claridad.
• El lugar de distribución se encuentra en una zona neutral, accesible, segura y protegida para que todas las partes interesadas puedan realizar la distribución. La edad, el género y la diversidad son aspectos que se tienen en cuenta a la hora de organizar el lugar y el proceso de distribución. Por ejemplo:
  • El lugar incluye una salida de emergencia y cuenta con un botiquín de primeros auxilios disponible.
  • El lugar de distribución es accesible para toda la población destinataria. Existen diversas modalidades de distribución alternativas para personas con movilidad reducida.
  • El lugar de distribución tiene un mecanismo de control de masas claro y con perspectiva de género (según sea necesario).
• La población destinataria puede formular sus comentarios o quejas sobre la distribución de los ANA a través de un mecanismo que se establece lo antes posible.

bb) Principios o requisitos ideales:

• La distribución se realiza a partir de una evaluación rápida de las necesidades para evitar suposiciones en torno al tamaño de los hogares, la estructura o las necesidades de la población desplazada.
• La población desplazada participa activamente en la planeación, la ejecución y el monitoreo de la distribución de los ANA.
• Se lleva adelante una exhaustiva campaña de información para garantizar que la población destinataria reciba información detallada sobre la distribución de los ANA (cuándo, dónde, qué, por qué, cómo).
• El lugar de distribución cuenta con instalaciones de almacenamiento que permiten guardar las existencias de manera segura durante y después de las distribuciones.
• También cuenta con servicios e instalaciones de agua, saneamiento e higiene separadas por género (retretes, puntos para lavarse las manos y agua potable) para la población destinataria e independientemente para el equipo de distribución.
• La zona de espera del lugar de distribución está protegida de la intemperie (p. ej., durante el verano, está a la sombra).
• Se elabora un exhaustivo informe de distribución que da cuenta del número total de personas u hogares que recibieron asistencia y del número total de ANA distribuidos (por artículo).

b) Paquetes de distribución:

* Si ya se distribuyeron paquetes parciales de ANA entre la población destinataria, solo se distribuirán los ANA restantes (es decir, los que completarían el paquete de artículos), siempre que haya recursos disponibles, para evitar duplicaciones innecesarias.

c) Métodos de distribución:

d) Lugares de distribución:

e) Consejos adicionales:

Evaluación de emergencias (evaluación de necesidades en emergencias relacionadas con refugiados y evaluación rápida inicial de las necesidades de grupos/sectores múltiples)

• Comenzar por revisar fuentes de datos secundarias (p. ej., otras evaluaciones e informes) con el fin de comprender el contexto e identificar los vacíos de información en torno a los destinatarios de la evaluación.
• Considerar la posibilidad de utilizar un enfoque metodológico mixto que combine entrevistas con informantes clave, observación directa, entrevistas en hogares y grupos focales de discusión.
• Los resultados de la evaluación deben permitir responder las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles son las prioridades inmediatas? (Deben tenerse en cuenta el estado físico y psicológico de la población desplazada, el clima y los cambios estacionales)
2. ¿Cuáles artículos y recursos ya posee la población?
3. ¿Cuáles son las preferencias de las personas? ¿A qué normas y prácticas culturales están acostumbradas?
4. ¿Qué tipos de asistencia —en especie o en efectivo— representarían una ayuda significativa?
5. ¿Cómo prefieren recibir la asistencia las personas? (¿En especie o en efectivo?)

• Realizar una evaluación rápida del mercado local y de su potencial para apoyar la asistencia en efectivo a la población destinataria para la compra de ANA.
  • Identificar los posibles riesgos relativos a los ANA y las medidas de mitigación asociadas (p. ej., una interrupción en la cadena de suministro podría mitigarse mediante el preposicionamiento de existencias de contingencia). Identificar si la selección de destinatarios para la distribución de asistencia es adecuada y cuáles son los criterios para priorizar la asistencia en caso necesario.
  • Recopilar datos desglosados por edad, sexo y diversidad en la medida de lo posible (p. ej., a modo de estimaciones si la evaluación se realiza a través de entrevistas a informantes clave u observaciones).
  • Cerciorarse de que el equipo de evaluación conozca las vías de remisión correctas —si ya existen— para los casos que ameriten protección. Garantizar siempre el consentimiento informado cuando se efectúen remisiones.
  • Incluir personal especializado en violencia de género en el equipo de evaluación o, como mínimo, coordinar con los agentes especializados en ese tipo de violencia antes de realizar la evaluación. Asegurarse de que los miembros del equipo de evaluación que no se encargan de la protección conozcan mínimamente cómo remitir los casos de violencia de género.
  • Coordinar la evaluación con otros actores y compartir los resultados para fomentar la colaboración y evitar la duplicación de esfuerzos.

Planeación de la distribución

• Elaborar el plan de distribución en consulta con otros actores para evitar organizar varias distribuciones o actividades distintas el mismo día para la misma población destinataria.
• Visitar el lugar de distribución antes de efectuar la entrega (si es posible) para asegurarse de que sea accesible, seguro y de que esté protegido.
• Fijar un objetivo de distribución realista por día en función de las horas de trabajo diurnas y las limitaciones logísticas (tener en cuenta, por ejemplo, el transporte de artículos y la preparación de paquetes).
• No posponer el inicio de una distribución si hay retrasos o déficits en la adquisición. Distribuir “paquetes parciales de ANA” y aplicar un enfoque por fases en el que se priorice a las personas más vulnerables y en situación de mayor riesgo. Planear una segunda ronda de distribuciones cuando lleguen los artículos faltantes, con el fin de conformar los “paquetes completos de ANA”.
• Organizar las distribuciones de ANA en distintos lugares (si procede y es factible) para que se realicen los mismos días con el fin de limitar fraudes (es decir, que las personas se desplacen de un lugar de distribución a otro para recibir varios paquetes).
• Planear que el inicio de la distribución sea temprano en la mañana para limitar el tiempo de espera. Tener en cuenta los hábitos de la población destinataria y la posible necesidad de organizar distribuciones separadas para personas en mayor riesgo (p. ej., por motivo de diversidad) o con impedimentos de movilidad.
• La población destinataria debe ser capaz de transportar los ANA de vuelta a sus viviendas o alojamientos temporales, por lo que puede ser necesario dividir el paquete de ANA en paquetes más pequeños que sean portátiles o más fáciles de cargar (p. ej., dividiendo el paquete en cuatro y utilizando fichas para permitir que las personas vuelvan varias veces a recoger los artículos que les faltan).

Campaña de información

• Identificar, durante la evaluación rápida de las necesidades, cuáles son los medios que prefiere la población destinataria para recibir información (p. ej., redes sociales, radio, líderes comunitarios, folletos, etc.).
• Explicar claramente los criterios de elegibilidad y la escala de derechos de distribución de los paquetes de ANA, sobre todo si hay diversos grupos poblacionales que reúnen los requisitos para recibir distintas clases de asistencia en un mismo lugar de distribución. Utilizar un lenguaje sencillo e incorporar elementos visuales a la campaña si se considera necesario.
• Evitar informar a la población destinataria la fecha y hora de la distribución hasta que se cuente con un mínimo de existencias de ANA.
• Algunos ANA deben distribuirse con instrucciones de uso (p. ej., mosquiteros, kits de higiene y linternas solares). Durante la distribución, el personal del ACNUR o de los socios debe estar disponible para entregar las instrucciones y responder cualquier duda. En su defecto, pueden colocarse carteles con instrucciones en el lugar de distribución.
• Utilizar diversos canales de comunicación, incluidos los líderes comunitarios (si existe una estructura social estable).
• Explicar de qué manera la población destinataria puede comunicar cualquier inquietud sobre la distribución y el trato recibido por parte del equipo de distribución a través de mecanismos para formular comentarios y quejas.
• Mantener bien informadas a las personas que están al final de la cola para que no teman que, cuando llegue su turno, no quedarán ANA.

Evitar tensiones entre diversos grupos de población

• Si hay otros organismos que distribuyen sus propios ANA entre la misma población desplazada, cerciorarse de unificar criterios en torno a la escala de derechos de distribución y al tamaño medio de los hogares a través de un mecanismo de coordinación entre organismos (p. ej., por sector o por grupo).
• Si existe una diferencia en la calidad de los ANA que distribuyen los distintos organismos, estos deberán convenir en compensar a quienes reciban los artículos de peor calidad suministrándoles artículos adicionales (p. ej., si la lona impermeable de plástico que recibe una familia es de mala calidad, deberá recibir dos unidades, en lugar de una de buena calidad).
• Cerciorarse de que las necesidades de ANA de las comunidades de acogida o de comunidades vecinas estén contempladas en el plan de distribución, en función de los fondos disponibles.

Cuando las necesidades de ANA superan la capacidad del ACNUR

• Seleccionar a las poblaciones más vulnerables (según hayan sido identificadas durante la evaluación rápida con la ayuda de personal de protección y líderes comunitarios respetados) en las zonas más afectadas.
• Si hay otros organismos en el lugar que prestan asistencia activamente mediante la entrega de ANA, coordinar con ellos las distribuciones y los criterios de selección.
• Si no hay otros organismos presentes en el lugar, presionar a los donantes y a los actores internacionales para movilizar el apoyo humanitario externo entre las partes interesadas.
• Reevaluar la situación constantemente para asegurarse de no haber pasado por alto a las personas más vulnerables.

Distribución entre poblaciones no registradas

• Si la población desplazada es relativamente pequeña, pedirles a sus habitantes que se organicen en grupos de hogares y elaborar una lista de distribución para cada grupo en la que se identifiquen los hogares más vulnerables que deben recibir asistencia primero, según los criterios de protección aplicables. Esas listas de distribución de hogares se utilizarán para distribuir los ANA, y cada grupo llegará al lugar de distribución por turnos (es decir, no todos a la vez). La persona que haya elaborado la lista deberá estar presente en la distribución para colaborar con el equipo a la hora de verificar a los destinatarios y priorizar a los hogares más vulnerables.
• Si la población desplazada es numerosa, no es viable realizar la distribución por hogar, sino que deberán identificarse representantes que reciban los ANA.
• Para evitar posibles fraudes y no tener que lidiar con “recicladores”, deberá considerarse la posibilidad de hacer una marca con tinta indeleble en uno de los dedos de quienes reciban los ANA antes de que abandonen el lugar.

Equipo de distribución (cuando el ACNUR o los socios financiados realizan la distribución entre la población destinataria)

•  Como mínimo, en cada lugar de distribución, el equipo debe incluir las siguientes funciones:
  • Jefe de equipo (responsable de que la distribución de ANA sea satisfactoria)
  • Carga y descarga de los ANA, y armado de los paquetes (si es necesario)
  • Registro o verificación del documento de identificación
  • Distribución
  • Traductor (si es necesario)
  • Control de masas y prevención de fraude
  • Oficial de seguridad (responsable de la seguridad general del recinto y del personal de control de masas)
  • Personal de protección para las tareas de supervisión, consulta y remisión (incluida la violencia de género),
  • Gestión de quejas y comentarios bidireccionales en el servicio de asistencia
  • Resolución de conflictos (en caso de no poder verificar a los hogares o a las personas mediante la lista de distribución)
  • Logística (p. ej., conductor, jefe de almacenamiento)

Obsérvese: El número de personas que se designe para cada función estará sujeto a la capacidad del lugar de distribución para acoger a la población destinataria. Por ejemplo, si el lugar de distribución puede acoger a 100 personas (ya sea esperando o recibiendo los ANA), deberán designarse, como mínimo, 4 personas de control de masas.

• Cerciorarse de que haya equilibrio de género en el equipo de distribución.
• Invitar a voluntarios de la población desplazada y de las comunidades de acogida o de comunidades vecinas a que se sumen para colaborar con la distribución de los ANA, por ejemplo, en el control de masas o el transporte de paquetes para destinatarios con necesidades específicas (personas con discapacidad, de edad, enfermas, entre otras). Cerciorarse de que se compense el trabajo de los voluntarios ofreciéndoles comida durante las jornadas en que se realice la distribución, dinero en efectivo u otro tipo de remuneración adecuada.
•  En pro de la eficacia y la seguridad, cada función dentro del equipo de distribución podría contar con una lista de verificación del equipo que deben tener para desempeñar su función, la cual se verificaría al comienzo de cada jornada de distribución. El equipo puede incluir un micrófono, cinta adhesiva de seguridad, etc.

Lugar de distribución (cuando el ACNUR o los socios financiados realizan la distribución entre la población destinataria)

Seleccionar el lugar en consulta con las autoridades pertinentes, los miembros de la comunidad de acogida o de comunidades vecinas y la población desplazada.

• Establecer el lugar al aire libre, lejos de zonas concurridas como mercados, escuelas o establecimientos de salud, y cerciorarse de que no esté próximo a una carretera con mucho tráfico ni a una calle estrecha.
• Evitar lugares proclives a riesgos naturales e “incómodos” —es decir, a la intemperie— según el clima o la estación del año (p. ej., sin sombra en verano o expuestos a fuertes vientos en invierno) o infestados de insectos.
• Una zona plana y sin obstáculos permitirá tener una visión global del lugar para detectar de inmediato cualquier señal de mal funcionamiento durante la distribución.
• Asegurarse de que el lugar sea físicamente accesible para personas en silla de ruedas o con otras formas de movilidad reducida.
• El lugar debe tener las dimensiones suficientes para incluir lo siguiente:

1. espacio para que los camiones de reparto carguen y descarguen los ANA,
2. una entrada,
3. zona de espera para la población destinataria (protegida de la intemperie),
4. zona de recepción (donde se verifica a la población destinataria a través de la lista de distribución o de un documento de identificación único),
5. zona de distribución (donde las personas reciben los ANA),
6. espacio de resolución de conflictos (en una zona aparte y confidencial),
7. una salida,
8. al menos una salida de emergencia,
9. letrinas y fuentes de agua separadas por género para la población destinataria e independientes para el equipo de distribución (cuando sea viable), y
10. un almacén con cerradura para guardar los ANA y el equipo de trabajo (si es posible y si la distribución dura más de una jornada).

• Vallar el lugar y utilizar tabiques para separar las diferentes zonas (es decir, zona de espera, zona de recepción, zona de distribución, etc.).

Artículos renovables

• Algunos ANA son renovables (p. ej., el jabón, los paños sanitarios o el combustible) y deben reponerse periódicamente, lo que supone una distribución rutinaria.
• Cerciorarse de que el primer paquete de ANA de emergencia contenga un suministro de artículos renovables para al menos un mes.
• Considerar una transición de los artículos renovables a la ayuda en efectivo si las condiciones del mercado son favorables y se ha llevado a cabo un estudio para determinar la viabilidad del uso de efectivo.

Monitoreo in situ durante la distribución

• Verificar si las personas que abandonan el lugar estaban incluidas en la lista de distribución y qué ANA recibieron. La frecuencia de esas verificaciones aleatorias dependerá del número total de personas que pasen por el lugar en un día y de la capacidad del equipo de distribución.

Monitoreo posterior a la distribución

• Decidir entre encuestas por hogar, entrevistas a informantes clave, grupos focales de discusión o una combinación de las tres modalidades.
• El género de la persona que realice la encuesta debe ser el mismo que el de la persona encuestada.
• Si la capacidad de llevar a cabo un ejercicio completo de monitoreo posterior a la distribución es limitada, considerar la posibilidad de incluir algunas preguntas clave de este como parte del monitoreo regular de las actividades de protección.
• Entrevistar a más personas de los subgrupos de interés y tratar de conseguir un número proporcional de encuestados de esos subgrupos.
• El monitoreo posterior a la distribución puede ser de utilidad para evaluar la situación actual y el nivel de vulnerabilidad de los receptores de los ANA, al verificarse si siguen teniendo derecho a recibir asistencia en el futuro.
• Cuando se realicen las encuestas por hogar, observar qué artículos están disponibles en el hogar y en qué estado se encuentran, en comparación con lo que se distribuyó.
• Verificar si alguno de los ANA distribuidos están vendiéndose en los mercados locales.